yulitza cardenas
viernes, 13 de abril de 2012
lunes, 12 de marzo de 2012
efectos del uso de fertilizantes químicos en la agricultura
la fertilidad es debida a un alto contenido original de materia orgánica, un pH levemente ácido, una textura superficial franca o franca arenosa y a un material madre (loess) rico tanto en bases (calcio, magnesio y sobre todo en potasio) como en otros nutrientes. Entre estas características, la materia orgánica juega un rol relevante, tanto por su contenido de nutrientes (principalmente nitrógeno, fósforo y azufre potencialmente disponibles para las plantas), como por sus efectos sobre la disponibilidad de los micronutrientes (boro, zinc, cobre etc), sobre las propiedades físicas y la actividad biológica del suelo.
En los últimos 30 años, con la intensificación de la agricultura se ha producido un empobrecimiento progresivo de la fertilidad de los suelos, provocado principalmente por la pérdida de materia orgánica. Esto puede atribuirse a los sistemas de labranzas utilizados, a la creciente expansión de las oleaginosas (principalmente la soja), y a la falta de una adecuada reposición de los nutrientes extraídos del sistema.
Sin duda, principalmente en las zonas centro y centro norte de la Región Pampeana, donde el deterioro de los suelos es más preocupante, la siembra directa puede contribuir a una recuperación progresiva de la fertilidad de los suelos, pero para ello es necesario utilizar una mayor proporción de gramíneas en la rotación y aplicar una fertilización balanceada.
Actualmente, la planificación de las actividades agropecuarias requiere un análisis del sistema de producción en su conjunto incluyendo al suelo como un componente del mismo en lugar de analizar cada cultivo o actividad productiva en forma aislada. Este enfoque tiene numerosas ventajas y beneficios, principalmente en cuanto al manejo de la fertilización. Este último aspecto debería tenerse en cuenta inclusive en los contratos de arrendamiento, para obtener un beneficio mayor de ambas partes y además lograr una mejor conservación de los recursos naturales.
En los últimos 30 años, con la intensificación de la agricultura se ha producido un empobrecimiento progresivo de la fertilidad de los suelos, provocado principalmente por la pérdida de materia orgánica. Esto puede atribuirse a los sistemas de labranzas utilizados, a la creciente expansión de las oleaginosas (principalmente la soja), y a la falta de una adecuada reposición de los nutrientes extraídos del sistema.
Sin duda, principalmente en las zonas centro y centro norte de la Región Pampeana, donde el deterioro de los suelos es más preocupante, la siembra directa puede contribuir a una recuperación progresiva de la fertilidad de los suelos, pero para ello es necesario utilizar una mayor proporción de gramíneas en la rotación y aplicar una fertilización balanceada.
Actualmente, la planificación de las actividades agropecuarias requiere un análisis del sistema de producción en su conjunto incluyendo al suelo como un componente del mismo en lugar de analizar cada cultivo o actividad productiva en forma aislada. Este enfoque tiene numerosas ventajas y beneficios, principalmente en cuanto al manejo de la fertilización. Este último aspecto debería tenerse en cuenta inclusive en los contratos de arrendamiento, para obtener un beneficio mayor de ambas partes y además lograr una mejor conservación de los recursos naturales.
lunes, 19 de septiembre de 2011
la importancia de los paramos en el mundo
Los páramos, también conocidos sólo como "páramo”, son ecosistemas de montaña andinos que pertenecen al Dominio Amazónico. Se ubican discontinuamente en el Neotrópico, desde altitudes de aproximadamente 2900 msnm hasta la línea de nieves perpetuas, aproximadamente 5000 msnm.
Van desde Colombia hasta el norte del Perú. También existen pequeñas extensiones de páramo en Costa Rica y Panamá.
En Venezuela, Colombia y el norte del Ecuador están caracterizados por la presencia de los "frailejones" que pertenecen al género Espeletia (más de 200 especies); además de los "frailejones", hay muchos géneros y especies vegetales endémicas del páramo, y también hay vegetales de amplia distribución pero que no son los determinantes.
Dada la (pequeña) controversia que existe sobre si jalca (nombre usado para este tipo de ecosistema en el Perú) y páramo son o no la misma formación, a veces en el Perú se usa el término combinado páramo-jalca. En términos generales, si se acepta que la jalca es otra cosa que el páramo, entonces dentro de lo que se considera típicamente como páramo desde Venezuela hasta Ecuador habría tantas diferencias internas que en aras de la coherencia se necesitaría una gran cantidad de otros ecosistemas diferentes (un páramo venezolano con frailejones sobre terreno pedregoso y seco es muy diferente de un páramo ecuatoriano oriental húmedo, al igual que la jalca peruana lo es de un páramo de pajonal, este último presente en los cuatro países).
Dada su latitud ecuatorial y gran altitud, ecosistemas similares pero con distintos nombres locales se encuentran en África oriental, en Papúa Nueva Guinea my en otras áreas netamente tropicales con montañas muy elevadas. Por lo menos en términos paisajísticos y evolutivos son muy parecidos a los páramos andinos. Las adaptaciones de las plantas a veces hacen que sea difícil, a primera vista, saber si uno está en el Monte Kenya o en un nevado colombiano, por ejemplo, aunque un análisis más detallado demuestra que la cercanía taxonómica de una y otra flora es muy limitada. Los "frailejones" africanos pertenecen a géneros comoDendrosenecio y Lobelia, a diferencia de Espeletia y géneros cercanos en América. Las historias socioeconómicas son también obviamente muy diferentes. En otras tierras altas de América más alejadas de la línea ecuatorial se forman ecosistemas como las punas al Sur (en Perú, Chile, Bolivia y Argentina) y
los zacatonales al Norte (en México y Guatemala); En Europa, especialmente en España, se le conoce como páramo a un ecosistema distinto.
Implicaciones de la minería en los paramos de Colombia, ecuador y Perú
En países andinos como Colombia, Ecuador y Perú la minería representa una actividad productiva de creciente importancia para las finanzas públicas y la balanza comercial. Al mismo tiempo, los evidentes impactos ambientales y sociales de los proyectos mineros, son objeto de comprensible preocupación, pues ponen en riesgo la prestación de servicios ambientales por parte de ecosistemas estratégicos y generan delicadas afectaciones sociales. En este sentido, es evidente la necesidad de garantizar una minería responsable por parte de las empresas y demás actores involucrados, que se traduzca en acciones concretas y eficientes de gestión ambiental y social, debidamente concertadas con las autoridades y los actores sociales.
Aparte de otras muchas consideraciones ambientales, si un proyecto minero se desarrolla en un páramo, la primera gran inquietud es la afectación sobre el sistema hidrológico y los servicios eco sistémicos asociados. A esto se suman los impactos sobre la rica biodiversidad paramuna, excepcional entre los ecosistemas de alta montaña del mundo y, además, las delicadas afectaciones sobre la estructura socio-económica y la cultura de las comunidades alto andinas. En esta perspectiva frente al desafío de garantizar la provisión de agua para millones de personas, Colombia, Ecuador y Perú tendrán que tomar importantes decisiones de política respecto a la viabilidad ambiental y social, incluso económica, de la minería en los páramos.
La minería en los paramos es ilegal:
En países andinos como Colombia, Ecuador y Perú la minería representa una actividad productiva de creciente importancia para las finanzas públicas y la balanza comercial. Al mismo tiempo, los evidentes impactos ambientales y sociales de los proyectos mineros, son objeto de comprensible preocupación, pues ponen en riesgo la prestación de servicios ambientales por parte de ecosistemas estratégicos y generan delicadas afectaciones sociales. En este sentido, es evidente la necesidad de garantizar una minería responsable por parte de las empresas y demás actores involucrados, que se traduzca en acciones concretas y eficientes de gestión ambiental y social, debidamente concertadas con las autoridades y los actores sociales.
Aparte de otras muchas consideraciones ambientales, si un proyecto minero se desarrolla en un páramo, la primera gran inquietud es la afectación sobre el sistema hidrológico y los servicios eco sistémicos asociados. A esto se suman los impactos sobre la rica biodiversidad paramuna, excepcional entre los ecosistemas de alta montaña del mundo y, además, las delicadas afectaciones sobre la estructura socio-económica y la cultura de las comunidades alto andinas. En esta perspectiva frente al desafío de garantizar la provisión de agua para millones de personas, Colombia, Ecuador y Perú tendrán que tomar importantes decisiones de política respecto a la viabilidad ambiental y social, incluso económica, de la minería en los páramos.
Diversas sentencias han reiterado la prevalencia del derecho colectivo al ambiente sano, frente a derechos de carácter particular y concreto como el derecho al trabajo, la libre empresa, la iniciativa privada y a los denominados derechos adquiridos
Los paramos si están delimitados:
Se dice que, aunque la ley ordena proteger los páramos, estos no han sido delimitados con suficiente claridad y por lo tanto pueden existir dudas sobre la legalidad de una solicitud determinada.
Pues bien. El Atlas del Instituto Alexander Von Humboldt constituyó la base científica y técnica para modificar el Código de Minas. Colombia posee la mitad del área de páramos del planeta, y estos suman cerca del 2 por ciento de la superficie continental del país.
Alrededor de la mitad de los páramos ya se encuentra jurídicamente protegida de la minería y de otras actividades productivas por ubicarse dentro del sistema de Parques Naturales Nacionales. Los páramos que dan agua a cerca del 70 por ciento de la población colombiana ubicada en las zonas andina y de los valles interandinos, son también indispensables para la generación hidroeléctrica en Colombia.
Para 2007, el Instituto Humboldt. había delimitado los páramos en coordinación con el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (IDEAM), el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) y el Ministerio de Ambiente Vivienda y Desarrollo Territorial (MAVDT). La delimitación se encuentra en escala 1:250.000 y fue la base de discusión entre los ministerios de Ambiente y de Minas, dada la intención del MAVDT de incluir también en la norma minera la necesidad de proteger páramos y otras áreas de interés eco sistémico.
Sin esta base formal de delimitación de páramos no se habría podido demostrar el conflicto minero-ambiental: el cruce del Catastro Minero a octubre de 2008 con el Atlas de Páramos revelaba que, a esa fecha, el 9,5 por ciento de los páramos ubicados por fuera del Sistema de Parques se encontraba titulado y el 46,8 había sido objeto de solicitudes de títulos mineros.
El país tiene ya la redelimitación de sus ecosistemas de páramos, - y si bien es necesario precisar los bordes con levantamientos a escalas más detalladas para el ordenamiento territorial de los municipios - lo cierto es que ya se pueden tomar decisiones sobre licencias ambientales sobre la base del Atlas y de los principios de precaución y de rigor subsidiario.
la importancia de los paramos en el mundo
Los páramos, también conocidos sólo como "páramo”, son ecosistemas de montaña andinos que pertenecen al Dominio Amazónico. Se ubican discontinuamente en el Neotrópico, desde altitudes de aproximadamente 2900 msnm hasta la línea de nieves perpetuas, aproximadamente 5000 msnm.
Van desde Colombia hasta el norte del Perú. También existen pequeñas extensiones de páramo en Costa Rica y Panamá.
En Venezuela, Colombia y el norte del Ecuador están caracterizados por la presencia de los "frailejones" que pertenecen al género Espeletia (más de 200 especies); además de los "frailejones", hay muchos géneros y especies vegetales endémicas del páramo, y también hay vegetales de amplia distribución pero que no son los determinantes.
Dada la (pequeña) controversia que existe sobre si jalca (nombre usado para este tipo de ecosistema en el Perú) y páramo son o no la misma formación, a veces en el Perú se usa el término combinado páramo-jalca. En términos generales, si se acepta que la jalca es otra cosa que el páramo, entonces dentro de lo que se considera típicamente como páramo desde Venezuela hasta Ecuador habría tantas diferencias internas que en aras de la coherencia se necesitaría una gran cantidad de otros ecosistemas diferentes (un páramo venezolano con frailejones sobre terreno pedregoso y seco es muy diferente de un páramo ecuatoriano oriental húmedo, al igual que la jalca peruana lo es de un páramo de pajonal, este último presente en los cuatro países).
Dada su latitud ecuatorial y gran altitud, ecosistemas similares pero con distintos nombres locales se encuentran en África oriental, en Papúa Nueva Guinea my en otras áreas netamente tropicales con montañas muy elevadas. Por lo menos en términos paisajísticos y evolutivos son muy parecidos a los páramos andinos. Las adaptaciones de las plantas a veces hacen que sea difícil, a primera vista, saber si uno está en el Monte Kenya o en un nevado colombiano, por ejemplo, aunque un análisis más detallado demuestra que la cercanía taxonómica de una y otra flora es muy limitada. Los "frailejones" africanos pertenecen a géneros comoDendrosenecio y Lobelia, a diferencia de Espeletia y géneros cercanos en América. Las historias socioeconómicas son también obviamente muy diferentes. En otras tierras altas de América más alejadas de la línea ecuatorial se forman ecosistemas como las punas al Sur (en Perú, Chile, Bolivia y Argentina) y
los zacatonales al Norte (en México y Guatemala); En Europa, especialmente en España, se le conoce como páramo a un ecosistema distinto.
Implicaciones de la minería en los paramos de Colombia, ecuador y Perú
En países andinos como Colombia, Ecuador y Perú la minería representa una actividad productiva de creciente importancia para las finanzas públicas y la balanza comercial. Al mismo tiempo, los evidentes impactos ambientales y sociales de los proyectos mineros, son objeto de comprensible preocupación, pues ponen en riesgo la prestación de servicios ambientales por parte de ecosistemas estratégicos y generan delicadas afectaciones sociales. En este sentido, es evidente la necesidad de garantizar una minería responsable por parte de las empresas y demás actores involucrados, que se traduzca en acciones concretas y eficientes de gestión ambiental y social, debidamente concertadas con las autoridades y los actores sociales.
Aparte de otras muchas consideraciones ambientales, si un proyecto minero se desarrolla en un páramo, la primera gran inquietud es la afectación sobre el sistema hidrológico y los servicios eco sistémicos asociados. A esto se suman los impactos sobre la rica biodiversidad paramuna, excepcional entre los ecosistemas de alta montaña del mundo y, además, las delicadas afectaciones sobre la estructura socio-económica y la cultura de las comunidades alto andinas. En esta perspectiva frente al desafío de garantizar la provisión de agua para millones de personas, Colombia, Ecuador y Perú tendrán que tomar importantes decisiones de política respecto a la viabilidad ambiental y social, incluso económica, de la minería en los páramos.
La minería en los paramos es ilegal:
En países andinos como Colombia, Ecuador y Perú la minería representa una actividad productiva de creciente importancia para las finanzas públicas y la balanza comercial. Al mismo tiempo, los evidentes impactos ambientales y sociales de los proyectos mineros, son objeto de comprensible preocupación, pues ponen en riesgo la prestación de servicios ambientales por parte de ecosistemas estratégicos y generan delicadas afectaciones sociales. En este sentido, es evidente la necesidad de garantizar una minería responsable por parte de las empresas y demás actores involucrados, que se traduzca en acciones concretas y eficientes de gestión ambiental y social, debidamente concertadas con las autoridades y los actores sociales.
Aparte de otras muchas consideraciones ambientales, si un proyecto minero se desarrolla en un páramo, la primera gran inquietud es la afectación sobre el sistema hidrológico y los servicios eco sistémicos asociados. A esto se suman los impactos sobre la rica biodiversidad paramuna, excepcional entre los ecosistemas de alta montaña del mundo y, además, las delicadas afectaciones sobre la estructura socio-económica y la cultura de las comunidades alto andinas. En esta perspectiva frente al desafío de garantizar la provisión de agua para millones de personas, Colombia, Ecuador y Perú tendrán que tomar importantes decisiones de política respecto a la viabilidad ambiental y social, incluso económica, de la minería en los páramos.
Diversas sentencias han reiterado la prevalencia del derecho colectivo al ambiente sano, frente a derechos de carácter particular y concreto como el derecho al trabajo, la libre empresa, la iniciativa privada y a los denominados derechos adquiridos
Los paramos si están delimitados:
Se dice que, aunque la ley ordena proteger los páramos, estos no han sido delimitados con suficiente claridad y por lo tanto pueden existir dudas sobre la legalidad de una solicitud determinada.
Pues bien. El Atlas del Instituto Alexander Von Humboldt constituyó la base científica y técnica para modificar el Código de Minas. Colombia posee la mitad del área de páramos del planeta, y estos suman cerca del 2 por ciento de la superficie continental del país.
Alrededor de la mitad de los páramos ya se encuentra jurídicamente protegida de la minería y de otras actividades productivas por ubicarse dentro del sistema de Parques Naturales Nacionales. Los páramos que dan agua a cerca del 70 por ciento de la población colombiana ubicada en las zonas andina y de los valles interandinos, son también indispensables para la generación hidroeléctrica en Colombia.
Para 2007, el Instituto Humboldt. había delimitado los páramos en coordinación con el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (IDEAM), el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) y el Ministerio de Ambiente Vivienda y Desarrollo Territorial (MAVDT). La delimitación se encuentra en escala 1:250.000 y fue la base de discusión entre los ministerios de Ambiente y de Minas, dada la intención del MAVDT de incluir también en la norma minera la necesidad de proteger páramos y otras áreas de interés eco sistémico.
Sin esta base formal de delimitación de páramos no se habría podido demostrar el conflicto minero-ambiental: el cruce del Catastro Minero a octubre de 2008 con el Atlas de Páramos revelaba que, a esa fecha, el 9,5 por ciento de los páramos ubicados por fuera del Sistema de Parques se encontraba titulado y el 46,8 había sido objeto de solicitudes de títulos mineros.
El país tiene ya la redelimitación de sus ecosistemas de páramos, - y si bien es necesario precisar los bordes con levantamientos a escalas más detalladas para el ordenamiento territorial de los municipios - lo cierto es que ya se pueden tomar decisiones sobre licencias ambientales sobre la base del Atlas y de los principios de precaución y de rigor subsidiario.
lunes, 2 de mayo de 2011
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